Las constelaciones en la prisión
- biaitee
- 13 jul 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 nov 2024

Desde septiembre 2023 voy junto con dos otros consteladores a una prisión de hombres para impartir talleres de constelaciones familiares. Estoy muy agradecida por poder hacer este gran trabajo y es una experiencia extraordinaria por muchas razones.
Las personas que están viviendo en una prisión, están viviendo en un entorno frío y hostil. No pueden mostrar según que facetas suyas, ya que cualquier muestra de vulnerabilidad puede jugar en contra de ellos. En cambio, en nuestros talleres, en los cuales les podemos ofrecer un espacio seguro y confidencial, hemos podido observar que la mayoría de los participantes se atreven a abrirse y a compartir sus inquietudes, miedos, preocupaciones, dolores, etc.
Muy pocas veces hablan de sus delitos y nosotros tampoco preguntamos. De hecho, preferimos no saber lo que les ha llevado a estar encerrados.
Los temas que comparten son mayoritariamente problemas en sus relaciones con la familia, la pareja, hijos, amigos, también hablan de experiencias duras que han vivido en su infancia, duelos no cerrados, etc.
Son los mismos temas con los que a menudo me encuentro en consulta. Por lo tanto, una vez más se me confirma algo, que profundamente siento y observo: es que los humanos somos mucho más parecidos de lo que pensamos o nos gustaría que fuéramos. Todos queremos ser queridos, vistos, aceptados en nuestros círculos y tener la certeza de pertenecer.
La pertenencia es uno de los órdenes del amor, según Bert Hellinger. Estos hombres se sienten en parte excluidos de la sociedad y muchas veces de sus familias. Un hecho que obviamente aumenta su dolor y su sensación de abandono que la mayoría de ellos ya experimentó en su infancia. Nosotros, en nuestros talleres de constelaciones familiares en la prisión, les miramos. Les miramos tal como son, como seres humanos, a los cuales la vida les ha puesto a pruebas extremas, y han hecho lo que han podido con su bagaje sistémico y emocional. Esto es una mera observación y no lo menciono para excusar los delitos que han cometido. Simplemente, expongo que el hecho de que hay circunstancias en la vida que son demasiado grandes, para que cualquier humano y su alma los puedan asimilar, entiendo que algunas personas vean como única opción salirse de lo que sería el marco de la legalidad. Trabajar en la prisión me ayuda a sentirme todavía más en el no-juicio, más humilde, humana. Bajo la cabeza ante lo que nos mueve a todos los seres humanos, que en el fondo es el amor.
Gracias
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